domingo, octubre 21, 2007

: Rotulo con tu nombre cada día,
: y escribo en el agua lo que pienso,
: nada prevalece, todo muere
: como el talán de una campana en el aire.
: Emerjo de todas partes,
: con la inclemente necesidad de nombrarte,
: con la certeza de buscarte,
: pero me detiene siempre,
: la distancia contenida
: entre el punto de partida
: y el destino que me aguarda.
: Visito mis emociones inconclusas
: mi interminable adicción a tus besos,
: mis afanes de sepultar en tierra de nadie,
: mis culpas mis errores,
: y el amor amordazado por mi mano.
: Desplazo mi cuerpo incongruente
: dejo mi mente en blanco y me sumerjo,
: en la estricta tarea cotidiana.
: Pero viene tu mano como siempre
: Y me llena de colores y de imágenes.
: Agonizo a la vida plena,
: y desafío muerto de risa a la muerte,
: la contrariedad me agobia
: por los cuatro costados
: y vuelvo a ser de mármol,
: y tus cinceles me pellizcan por dentro
: tus palabras que imagino
: mis palabras que morirán en mis manos.
: Tus besos tibios,
: (que nunca serán fríos como esta brisa).
: Se que nunca vendrás,
: A convertir este lugar en punto de encuentro,
: Ni te cobijaras en mis brazos,
: Serás solamente un canto ausente,
: Solo un eco persistiendo
: Una bandera lejos de la patria
: Una silueta diluyéndose en el recuerdo
: Un reflejo en los espejos del río
: Un espejismo que persigo
: Aun cuando hoy
: Prefiera morirme miserablemente solo
: fin
MAXIMILIANO:
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