sábado, octubre 18, 2008

TORNO

 
Torno de mi andar aciago,
con los ojos desaguados,
sin el lloro añejo,
mirando mas allá los tolmos
que marcaron las riveras de mis espacios.

Torno de los sueños quijotescos,
con espada de hojalata
y yelmo de cáscaras,
torno de las lumbres antiguas,
de lámparas encendidas a kerosén,
donde la cera virgen
se hace cirio para combatir la noche,
donde la sangre se enfría
cuando un graznido anónimo
perfora el silencio de los bosques.

Torno de mi silencio urdido
en los inviernos fríos,
tejidos en amaneceres insulares,
remendado con fiordos
que carcomen las costas australes.

Vuelvo de las distancias caminadas
martilladas por mis pasos,
de las huellas olvidadas por cartógrafos,
de cercar la lluvia con riadas de tristeza,
de trazar con mi mano mundos nuevos
en la corteza de un alerce muerto.
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