lunes, diciembre 08, 2008

NOCHE

 
Todo el silencio me visita en esta noche,
y las horas se alargan despiadadas,
como un eco prolongado en el espacio
el frío amanecer se distancia.
 
Todo el tiempo ahora es mío,
toda la noche me pertenece,
cabalgo el corcel de las divagaciones,
y me adentro en un torbellino
de soledades vulneradas.
 
Me detengo caviloso en el tiempo,
sin querer oír los minutos que se marcan,
en compases de relojes anacrónicos,
que reptan este páramo de escarcha.
Reo en mis propios desvaríos,
me visitan mis tristezas desgastadas,
con sus flecos y guirnaldas de esperanzas,
que estiran esta terca soledad que se dilata.
 
No vino la luna a templar su plata en el estanque,
¡ No hay otra noche mas desolada que esta!
y no he sentido un silencio mas muerto,
ni un deseo mas intenso de esconderme
de mis perpetuos duelos y tormentos.
Una luz mortecina que me acompaña,
se diluye bajo el párpado de la noche,
el silencio es una anillo que estrangula,
y el frío, un puñal que despedaza.
 
Soy anónimo, ignorado imperceptible,
bajo este negro sudario acurrucado ,
tembloroso, por hielo que trasmina,
resignado esperando que amanezca,
para medir pasos a paso las distancias,
para extraviar en algún sendero mis tristezas,
para sepultar la noche que se acaba
en la profundas y frías cavidades
de mis luctuosas noche desoladas.

1 Comments:

Blogger Abril said...

Me gusta tu poesía

Te dejo un abrazo, max1

(duelen tus versos)

12:31 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

>