Repudio
Repudio mis instintos,
mis tristes sueños
que fulminaran tus ojos,
mis intenciones aferradas,
a giros imposibles,
que perecerán a un ademán de tus manos.
Desprecio mi insolencia,
de mentirme un encuentro,
en que me hables
con tus palabras agraciadas,
donde tomas mis manos
para acercarlas a tu cuerpo,
mientras me invaden tus aromas.
Me parece inconcebible,
tenerte entre ceja y ceja,
desprender la hoja del calendario,
y bautizar con tu nombre los días venideros.
Asumo que es inverosímil
y busco la fórmula perfecta
que ponga mis pensamientos en otros apremios,
que no se escape
entre tanto ajetreo
un “ Te amo”
sabiendo que en este triángulo
soy el vértice mas lejano.
Maximiliano