lunes, octubre 29, 2007

domingo, octubre 21, 2007

: Rotulo con tu nombre cada día,
: y escribo en el agua lo que pienso,
: nada prevalece, todo muere
: como el talán de una campana en el aire.
: Emerjo de todas partes,
: con la inclemente necesidad de nombrarte,
: con la certeza de buscarte,
: pero me detiene siempre,
: la distancia contenida
: entre el punto de partida
: y el destino que me aguarda.
: Visito mis emociones inconclusas
: mi interminable adicción a tus besos,
: mis afanes de sepultar en tierra de nadie,
: mis culpas mis errores,
: y el amor amordazado por mi mano.
: Desplazo mi cuerpo incongruente
: dejo mi mente en blanco y me sumerjo,
: en la estricta tarea cotidiana.
: Pero viene tu mano como siempre
: Y me llena de colores y de imágenes.
: Agonizo a la vida plena,
: y desafío muerto de risa a la muerte,
: la contrariedad me agobia
: por los cuatro costados
: y vuelvo a ser de mármol,
: y tus cinceles me pellizcan por dentro
: tus palabras que imagino
: mis palabras que morirán en mis manos.
: Tus besos tibios,
: (que nunca serán fríos como esta brisa).
: Se que nunca vendrás,
: A convertir este lugar en punto de encuentro,
: Ni te cobijaras en mis brazos,
: Serás solamente un canto ausente,
: Solo un eco persistiendo
: Una bandera lejos de la patria
: Una silueta diluyéndose en el recuerdo
: Un reflejo en los espejos del río
: Un espejismo que persigo
: Aun cuando hoy
: Prefiera morirme miserablemente solo
: fin
MAXIMILIANO:

jueves, octubre 11, 2007

: moriré pensando,

: que no fue justo

: que yo muriera.

: fin
MAXIMILIANO.
: Aguzado en sus extremos,
: y rotando en su torno,
: el huso gira.
: Aferrado en su empeño
: de perforar la tortera
: que mantiene a media caña.
: En manos de la hilandera
: la tarde toda devana
: de una hebra suspendido
: el uso hila.
: De tanto girar el huso,
: y de tanto hilar la lana,
: hizo en el invierno
: madejas de noches largas
: soguillas de silencio,
: y ovillos de escarcha
: fin
MAXIMILIANO.
: Y vendrán nuevamente en rumorosas
: las metamorfosis de las almas,
: y calmarán su sed,
: en las estaciones tendidas en la noche.
: Hurgaran metafísicos,
: en la música derramada
: y mutilarán sus sueños
: con la daga del desvelo.
: El neón prenderá sosegado,
: en el largo ruedo de las danzas,
: las inhibiciones caerán fulminadas,
: por disparos potentes
: y biológicamente necesarios.
: ¿y quién redimirá de las culpas
: si nadie pecó entre tanta tentación derramada?
: nadie pensará en las gotas de sangre del Gesamaní distante
: si ahora frente a la llamada insistente,
: es la carne que obedece a la carne,
: y el espíritu queda temblando.
: Los ojos recogerán vagamente
: las imágenes incrustadas en las vidrieras,
: y treparán por las azoteas,
: que se encienden crepusculares,
: y el perdón vendrá nuevamente
: a la súplica del caido.

: fin
MAXIMILIANO
: Hay noches
: que aun teniendo la luna llena
: colgada como una lámpara
: son oscura como el vientre de una caverna.
: Hay noches en que el destino viene
: con su mano armada
: y de un golpe certero
: troncha por lo que se sueña
: Hay noches en que se siente
: que la vida se fuga del cuerpo,
: pero a la mañana siguiente
: lamentablemente seguimos vivos.
: fin

MAXIMILIANO.
: Peregrino detrás de lo que espero,
: como una sombra que se desvanece
: en lo gris de mi sino,
: No hay soles que diagramen los días
: ni estrellas en las noches desoladas
: todo es un rotar infinito de tiempo
: Soy una cisterna rota,
: una dehesa hollada y desierta,
: que se queda desterrada en el olvido,
: .
: El sendero que me conduce a tus ojos
: esta siempre dispuesto,
: como una puerta abierta y abatida,
: como una senda limpia y tachonada
: de luces, aromas y primicias.
: Cuando el tiempo se quede apresado,
: en las horas incontenidas
: en las esferas de todos los relojes,
: mirarás, la brevedad de los espacios
: que quedaron sin ser llenos por tus manos.
: .
: Las limosnas que pedí a la vida,
: se desvanecen incongruentemente como las palabras,
: que caen en un río confuso de delirios,
: donde solo prevalecen los afanes,
: y se mueren angustiosos los pretéritos.
: .
: Me margino de vivir dependiente,
: del roce de tu piel y del milagro,
: de reflejarme de cuando en cuando en el brillo,
: de los espejos de tus ojos risueños.
: Igual como el golpe del agua en el rodezno,
: que hace girar las muelas del molino,
: así, la leve entonación de tus palabras
: acelera mi prisa por marcharme,
: ya no quiero que te ronden mis anhelos
: que estriban en mis afanes de tenerte,
: quiero enterrar lejos en tiempo y distancia,
: esta pasión trunca,
: sin que quede en ti ni en mi le marca
: del delito de haberte amado tanto.
: fin
MAXIMILIANO
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