jueves, abril 26, 2007

11 de Septiembre.

NUEVA YORK SEPTIEMBRE 11
Viajan de prisa como el viento,
el aire se interrumpe con su paso,
desandan veloces la vida
y solo el alma queda flotando.

Nadie vio el terror en sus ojos,
ni las columnas invisible
que trataron de alcanzar sus manos,
salpicaron las mudas paredes,
pétalos rojos reposan en el cemento.
La vida, la vida,
fue una flor que cortó un jardinero,
y dejó solo un tallo serpenteando en el aire,
La vida la vida, tan cerca de la muerte,
sólo un paso al vacío
sólo la decisión de un loco.
II
Se eleva en el aire otra nube de fuego,
otros cuerpos se retuercen,
el llanto florece aun en lugares remotos,
La muerte y la vida,
la vida y la muerte corren detrás de las gentes.
Otras llamaradas ,
otros saltos desde el cielo,
otros llantos,
otros huérfanos,
otros ojos oteando el horizonte …
Se descuelgan de las paredes los crucifijos,
y se mira lo que nunca se vio,
incluso a Dios,
que siempre estuvo presente.

( Dedicada a las victimas del terrorismo)
Maximiliano.


La virilidad emerge mustia,
entre sábanas sucias,
del burdel entristecido,
donde mujeres gruesas,
remilgan sus miserias,
con hilos decadentes.
Una voz de tango,
una queja fingida,
y una risotada suelta,
se trenzan en el aire,
y se vierten en copas angustiosas,
Las luces destilan de las paredes
mezquinamente tenues,
esconden el rostro
envejecido de las meretrices,
y resaltan
los visos satinados de sus ropajes.
Los apetitos, clausuran los ojos,
las manos buscan un camino a tientas,
la mente ausente
entrega el rumbo al instinto
que se sumerge en un retozar voluptuoso
Desciende de la cima,
de un clímax sugerido,
baja violento, racional, despabilado,
sin el deseo de besar
esa boca gastada de besos ajenos.

Un escalofrío recorre su desnudes,
donde la pasión a dejado
un pobre garabato de amor
Tristemente dibujado

Bio_Bio



Emerge espontáneo,
borbotea suculento y rebalsa
un tazón de peñas y bosques caídos,
de soledades de montañas.
Sumerjo mis manos para contaminar su pureza,
me introduzco entero,
para violentar su castidad de agua,
lo hago por siete veces como Nahaman,

para borrar la lepra de mis tristezas.
Resurjo con la piel nueva,
al escenario viejo de la existencia,

me reinserto a la lucha cotidiana,
con mi brazo de guerra extendido
tan desnudo como el acero,
tan endeble como la hierba.
(Ahora arremete presuroso,
resbala del tazón gigantesco ,
distancia sus riveras,
y arremete violento contra las piedras.
9
Busco en sus orillas los secretos,
Invit que alienten mi vigor en el combate,
como del pehuén sus fruto,
las bayas escondidas en los arbustos,
busco un corazón sangrante
para ponerlo en mi boca,
y sólo encuentro el mío
sangrando sin detenerse
-

Maximiliano

Los caballos...


No sé si los caballos tienen algo de divino,
pero los he visto galopando,
desde el Éxodo al Apocalipsis,
montados por reyes y esclavos,
por el Anti y por el Cristo
por inquisidores y fugitivos.

No sé por qué los caballos,
me parecen tan humildes
y sin ellos,
estarían vacías la mitad de las páginas de la historia.
Por que…
¿Qué habría conquistado Alejandro el Macedonio?
¿Y el pequeño Bonaparte?
¿Y en la América latina la Corona Española?
No sé por qué,
he aprendido a amar tanto los caballos,
no el de pura sangre;
no al de regia estirpe,
no el fino, ni el refinado,
no el reservado para los aplausos.

Yo soy devoto del jamelgo,
de rocín endurecido por el trabajo,
de la jaca,

del pingo que surca la llanura,
el garañón de crines hirsutas,
el de mataduras cicatrizadas.

Amo, el caballo triste del potrero,
el de belfos espumosos por el esfuerzo,
el con tintes de bagual,
el que soporta estoicamente el invierno
cobijado bajo los pinos,
el que sobre sus lomos
me ha hecho atravesar medio Chile,
el que asoma incógnito
por cualquier recodo del camino.

No sé si estos nobles animales
tienen algo de adivinos
por que en noches frías,
arriba en la montaña,
descubren las sendas escondidas,
en las cornisas de los riscos,
caminan con firmeza por los desfiladeros umbríos,
vadean ríos, e incansables trepan.
las mas empinado de las cimas.

No sé por qué amo tanto los caballos,
será quizás, por que parte de mi historia
Invit la he escrito con ellos en horas largas
montado sobre la silla,
como siempre sin espuelas,
solo, con un horizonte lejano
pintado sobre los ojos.

Maximiliano....

lunes, abril 23, 2007

Mi entorno




Soy un vago entre la cornisa de los cerros,
y un andariego entre montes enmarañados,
soy un eco recorriendo las llanuras,
y una ilusión atravesando el viento del invierno.
.
Soy una piedra en el abismo de tus ojos,
una ensenada en tus ríos de esperas,
una corriente fría atravesando el estío,
y un jirón de nubes coronando el ventisquero.
Soy libre entre los nudos de la natura,
entre las verdura húmeda de la selva,
soy libre entre lo agreste y desolado...
pero entre tus brazos,
soy prisionero sin indultos ni rescates.
Vengo a caminar
por los senderos de tu espalda,
a buscar tus abrevaderos olvidados,
a untar con tus mieles mi boca
y a descender por tu cintura,
Vengo a cabalgar asombrado,
por la redondez de tus pechos,
a buscar en las orlas que coronan sus cumbres,
calmar la sed que consume mi boca.

Y a viajar de noche por la oscuridad de tu selva
vengo a explorar inconscientemente
cada uno de tus rincones,
buscando los tesoros olvidados de tu reino,
cavando en los huertos fértiles
donde sembrar mis besos,
buscando el sitio exacto
donde plantar mi bandera de conquista

Maximiliano...

Un gato español, y un cuadro ...


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