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: LOS HORARIOS

: Los Horarios aprisionan mi mente
: detienen mis pasos y limitan mis ideas.
: Atentan contra mi hambre,
: apuran mis visitas y alargan mis esperas,
: me torturan con sus rigideces.
: .
: Me encierran en cines nocturnos,
: me embuten en andenes bulliciosos
: me desnudan de prisa
: y me visten de melancolía.
: .
: Penetran en mi cuerpo:
: en agujas hipodérmicas,
: en atenciones dentales,
: en atenciones dentales, en cápsulas de colores,
: en jarabes agridulces.
: .
: Los horarios
: asesinan mis tertulias matutinas
: mis amaneceres incipientes,
: mis oraciones prolongadas.
: Apuran mis entradas a las letrinas
: mis encuentros amorosos,
: me llenan de pitasos,
: de luces rojas y amarillas,
: de emociones inconclusas,
: de velocidades abismantes,
: de caminatas aceleradas.
: .
: Los horarios
: Me carcomen, me cercenan
: Me aturden ... y no me dejan terminar este poema.

: fin

MAXIMILIANO

: tierra sobre tierra
: y sobre la tierra,
: polvo de tierra
: que atrapa la huella
: desnuda huella
: de piel desnuda
: que pisa la tierra.
: .
: Tierra sobre tierra,
: y sobre la tierra lluvia,
: vajo la lluvia un niño
: que marca sus huellas
: con sus pie desnudo
: en la mojada tierra.
: .
: Tierra sobre tierra,
: sobre la tierra un hombre
: que camina
: en la desnuda tierra
: sepultando bajo sus huellas
: las huellas que dejo de niño
: sobre la envejecida tierra.

: fin

maximiliano

Articulo lo aprendido,
: las palabras, los saludos,
: los protocolares ademanes,
: y toda la herencia tutelar
: de mis hábitos urbanos.
: .
: Amanezco (por que es lo correcto)
: entre las sábanas de siempre,
: mirando a través de la misma ventana,
: callando mis risas
: en medio de los muertos,
: ofreciendo flores a mujeres
: pintadas para sus eternas guerras
: y masticando con la boca cerrada.
: .
: Articulo lo aprendido,
: los rezos,
: las limosnas,
: a no mostrarme desnudo,
: a llorar en secreto,
: y ensañarme
: con los que rompen las reglas,
: aun cuando,
: daría lo que tengo, por ser proscrito
: de esta libertad que no he escogido.

fin

MAXIMILIANO

No hubo raso ni seda en mi lecho,
ni aroma de rosas,
mi fragancia ajena alguna.
solo huellas de tristezas puras,
e inexplicables dejos de soledades.

Si hubo intensidad en mis besos,
fue el sincero ímpetu del deseo;
si hubo, ternura, pasión, ansiedad,
y si tuviste mas de lo deseado,
debo decirte
que también tuve de ti
largamente lo esperado.

No hubo amor, estamos ciertos
ni promesas ni fechas que cumplir,
solo fuimos nuestros, sin pertenecernos-



fin..

MAXIMILIANO

: Es tu beso, frío como un granizo.
: El amor que antes era,
: ahora duele en mis labios.
: .
: Todo lo que florece se marchita
: la escarcha que agosta tu boca,
: no deja que la pasión renazca.
: .
: Pálidos reflejos cuelgan de tus ojos,
: desiertos de toda avaricia de mirarme,
: puedo entender que ahora estés triste.
: De tu boca mustia gotean palabras
: como queriendo amortiguar el impacto,
: te quedas sola mirando como me marcho
: llevándome lo que ahora sobra.
: fin

MAXIMILIANO.

Ven ahora que arrecia el silencio
: ahora que el frío se puede compartir,
: que tu calor y el mío se hacen necesarios.
: Arrecia la noche con su espolón aciago,
: el tiempo se alarga en esta soledad;
: silencio de estrellas, cae con la escarcha.
: .
: Atraviesan las horas este espacio inerte y desierto,
: las rebanadas de tiempo siguen expectantes,
: horas filosas cercenan crueles,
: este afán de amarte que no se evitar.
: Espacios vacíos, me acechan insistente,
: inertes dolorosos, absolutamente silentes,
: desierto de cualquier huella tuya.
: .
: Te mueres de soledad lejana y triste,
: mueres ahogada por esa inapelable porfía,
: de querer abrigarte con un falso orgullo,
: soledad abruma tu alma y la mía,
: lejana me miras con una indiferencia que te mientes,
: y deambulas entre lo que tampoco quieres,
: triste, buscas mis huellas como yo busco las tuyas
: fin
MAXIMILIANO

LOS CABALLOS

No sé si los caballos tienen algo de divino,
pero los he visto galopando,
desde el Éxodo al Apocalipsis,
montados por reyes y por esclavos,
por el Anti y por el Cristo
por inquisidores y fugitivos.
.
: No sé por qué, los caballos,
me parecen tan humildes
y sin ellos,
estarían vacías la mitad de las páginas de la historia.
Por que…
¿Qué habría conquistado Alejandro el Macedonio?
¿Y el pequeño Bonaparte?
¿Y en la América latina la Corona Española?
.
: No sé por qué,
he aprendido a amar tanto los caballos,
no el de pura sangre;
no al de regia estirpe,
no el fino, ni el refinado,
: no el reservado para los aplausos.
: .
: Yo soy devoto del jamelgo,
: de rocín endurecido por el trabajo,
: de la jaca,
: del pingo que surca la llanura,
: el garañón de crines hirsutas,
: el de mataduras cicatrizadas.
Amo, el caballo triste del potrero,
: el de belfos espumosos por el esfuerzo,
: el con tintes de bagual,
: el que soporta estoicamente el invierno
: cobijado bajo los pinos,
: el que asoma incógnito
: por cualquier recóndito camino.
: O el que me ha hecho atravesar medio Chile
: sobre sus lomos.
: .
: No sé, si estos nobles animales,
: tienen algo de adivinos
: por que en noches frías,
: arriba en la montaña,
: descubren las sendas escondidas,
: en las cornisas de los riscos,
: caminan con firmeza
: por los desfiladeros umbríos,
: vadean ríos, e incansables trepan.
: las mas empinado de las cimas.
: .
: No sé por qué amo tanto los caballos,
: será quizás, por que parte de mi historia
: la he escrito con ellos en horas largas
: montado sobre la silla,
: como siempre sin espuelas,
: solo, con un horizonte lejano
: pintado en la mirada.

MAXIMILIANO.

Cuando hundo mis raíces en la tierra,
o pongo agua en mis labios sedientos
cuando lucho por mi paz,
o plugo por mis sufrimientos,
:cuando busco con afán
en maná de mi sustento
para entonces me confundo,
y ya no comprendo,
si del mundo me estoy alimentando
: o soy del mundo su alimento
: fin
Maximiliano

El portal de mis ojos está vacío,
no están las imágenes
que dibujara la mano del tiempo,
ni están escritas las palabras
que fueron promesas
ni las flores que aromaron tus manos,
I ni el beso que rodó desde tu boca.
.
Todo yace frío y muerto
como una lapida vacía
sin nombre de epitafio
carcomida por las dentelladas del viento.
.
Agoniza el amor que tejimos
con las hebras rotas de las palabras apresuradas,
agonizan los encuentros diagramados
en las paredes de los abismos,
donde ni tu ni yo nunca llegamos.
.
¿Que le diré al recuerdo
que me preguntará mas tarde
por los ojos que alumbraron
mis noches solas?,
¿Que le diré a mis manos
que fabricaban los sueños
con los que alimentaba
los futuros encuentros?.
.
Solo se queda el portal de mis ojos vacíos
sosteniendo la tristeza que los tiñe
abrigando la esperanza que mañana,
toquen esta puerta tus manos .
fin
MAximiliano.