viernes, agosto 15, 2008

BLANCA Y LENTA CAE...

Blanca y lenta cae,
sobre el paisaje gris,
esconde incipientes caminos,
y se enreda en la rama de los árboles.
Todo el silencio se conjuga entorno,
ni el ruido de viento es perceptible,
amordazado el estero,
y callado el eco de los truenos,
la agudeza del oído solo advierte,
el silencio del silencio,
en la enmudecida tarde

Lenta y persistente la nieve cae,
tiende su capote helado en el paraje,
arreboza las piedras, borda los cerros,
todo lo blanco,
es una cascada inmensa.
que del cielo desciende.

Los cascos desnudos se hunden,
en la espumosa y álgida alfombra,
tranco a tranco, sondea los caminos,
el noble corcel en que cabalgo.
Las manos crispadas en las riendas,
y una tibieza leve, agoniza bajo la manta,
todo es soledad en lontananza,
todo es soledad, también en mi alma.

Bajo un cielo gris, plomizo y oscuro,
de nubes turbias que se desangran,
en un alud de viento y nieve me hundo,
mientras en la desnuda grupa de mi caballo,
la soledad conmigo cabalga.

domingo, agosto 03, 2008

VOY DE PALABRA EN PALABRA


Voy de palabra en palabra,
condenado mi permanente silencio,
buscando refugio en unos ojos claros,
desgajando racimos de olvidos

voy de silencio en silencio,
atesorando los paréntesis que se cierran,
caderas sensuales
que bailotean mientras pienso.

Voy arrancado de mis tristezas,
escapando de las horas estrujadas
por las manos nudosas y aciagas, del taciturno.

Voy,
detrás de lo olvidado,
de lo enredado
en los albores de la infancia,
con rictus de tristeza,
con muecas de añoranza.

La noche no será el manto que abrigó mis tácitas condenas,
la fecundadora de andares incesante y absoluto,
ni se fundirá la lluvia con el lloro propio,
ni habrá sentencias ahuecando esperas.

Voy de palabra en palabra
buscando las aguas claras de unos ojos mansos
para ahogar sin dolor mis soledades
y beberme de un sorbo
una noche de loca juventud.
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