: Me duele a veces la tristeza,
: se me arrancan la sonrisas
: y me pierdo
: en la temblorosa ambición
: de no quererte distante cada día.
: .
: Quiero dormirme entre tus brazos
: romper el hechizo de sentirte lejos
: castigar la abrumadora ausencia que me donas
: y ser por una noche tu desvelo.
: .
.
: Quiero sentirme atado a un pliegue de tus sentidos
: quiero ser una palabra pronunciada por tu boca
: una rebelde idea sujeta en tu memoria
: o una fugitiva tristeza el fondo de tus ojos.
: .
: Quiero sentir
: que me amas una noche
: quiero dejar de estar solo
: frente a la inconciencia de mis palabras rotas.
: .
: Quiero que me hablen tus manos silenciosas,
: que tus besos sean un lenguaje,
: que me hiera la tibieza de tu cuerpo,
: y me desangre sobre tus ansias y tu boca.
: .
: ¡Ay! Si fueran tus ojos solo ojos,
: y no un abismo indefinido,
: donde me pierdo sin tocar su fondo;
: ¡Ay! Si no me apresaran tus palabras,
: esas que dictas sin aviso,
: cuando dices mi nombre y callas
: y me conviertes en naufrago
: bogando en tu silencio.
: fin

MAXIMILIANO.

: Soy lo que soy,
: ni mas ni menos,
: agua que se confunde con tu agua
: silencio en tu silencio,
: y palabras flotando en la melancolía del otoño,
: .
: Soy lo que soy,
: un presagio flotando en tus manos
: una espera suspendida
: una ráfaga de olvido que sopló el tiempo.
: .
: Soy lo que soy
: mas allá de lo que adviertes
: cuando me trajinas vanamente,
: cuando presumes que no te quiero
: cuando sientes que mis pasos buscan otros caminos,
: cuando buscas razones para no sentirme dentro.
: .
: Soy lo que soy,
: soy el sueño que se desprende de los ojos,
: el lado triste de tu risa
: y la ausencia desdeñosa de lo se que quieres.
: .
: No busques razones para quererme,
: ni busque un porqué para vestirme de olvido,
: deja que mis manos te dibujen,
: que mis voces te penetren,
: como una semilla caída
: sobre la aridez de tu suelo.
: fin

MAXIMILIANO.